Cuando tuve uso de razón, me di cuenta que para vivir en Cuba, sólo se necesitaba un poquito de actuación. Lo importante era lograr tener un personaje a tono con los tiempos que nos tocó vivir y ejercer esta profesión de la mejor manera. Sólo pocos minutos en el día tenías para usar tu identidad; a la hora del baño, cuando dormías y en las noches cuando no tenías alguna que otra reunión del CDR (entiéndase para los no cubanos que CDR no es un Disco Compacto, sino, Comité de Defensa de la Revolución).
Desde que te levantabas a las 6 de la mañana, te vestías y comenzaba la función. Mi personaje lo trataba de hacer con la calidad y efciencia que el gobierno necesita, inclusive tuve un compañero de oficina que me llegó a llamar Kevin Costner, realmente no se si fueron las clases de actuación en la escuela primaria, las que incentivaron ese talento que me llevó a la cima de mi carrera, cuando con un viajecito al exterior pude desertar.
En aquel gran teatro, sólo hacía falta hacer lo que el director quería (téngase en cuenta que el director tambien era otro actor) y tratar de participar en cada escena; marchas anunciadas por el dictador, asambleas de trabajadores ejemplares (en buena li, asamblea de actores ejemplares), levantar la mano en cualquier reunión, anotarte en las violentas brigadas de respuestas rápidas, pagar los CDR, el Sindicato, entre otras, y muchas veces hacerles creer que te has creído lo que nadie se cree.
Recuerdo una de mis tantas actuaciones sobre el escenario cubano, en un domingo de la defensa, cuando hice el papel de oficial de guerra. La misión estratégica era "vigilar al enemigo desde la ventana del baño en mi centro de trabajo". Éramos dos y como en ese momento todos estábamos en plena actuación, mi compañero y yo comenzamos a reírnos cuando se nos ocurrió cambiar la estrategia; en lugar de vigilar al enemigo que nunca llegó, cobrar la entrada al baño y así quizás mejoraría la economía de nuestras familias. Téngase en cuenta que si algún día llegara ese enemigo que dicen los dictadores; "Los Americanos", serian mas los que se van a defecar en comparación con quienes realmente van a vigilar.
En ocasiones el escenario se tornaba alegre, otras veces no era muy agradable la actuación, sobre todo, cuando debíamos recriminar en algún acto público la deserción de alguno de los actores que por su carrera artística le fue otorgado algún viajecito al exterior y nunca regresó.
Lo más triste, es cuando te crees de verdad el personaje, pues la idea era confundir a los directivos con el personaje que ellos necesitaban ver, tal y como ellos trataban de confundirnos con sus papeles.
Ya pasaron 5 años fuera de mi país, y lamentablemente, hoy mas que nunca, sigue vigente la capacidad que tenemos los cubanos en esta carrera de actores que impone la dictadura en que vivimos. Muy bien le quedó a Yoani Sánchez, el personaje que le tocó hacer en esta oportunidad. Estoy seguro que ella hubiera querido estar en el debate sobre Internet en Cuba auspiciado por la revista TEMA, con su verdadera identidad, pero lamentablemente, muchas veces tenemos que seguir actuando sobre el mismo escenario, sólo que muy pocos, aún seguimos actuando sin valor para quitarnos la careta.
(actuación con careta = doble moral)
Buen comentario y sobre las caretas olvidalo algun dia se levantaran sin ellas
ResponderEliminarWicho Sobre Las estrategias,, son muchas cuando el ejercito nos pusieron hacer guardia en la presa porque podia haber una infirtracion por ese lugar,,,, donde llegan las ganas de comer mierda?
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